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Las altas instituciones de la justicia asistieron a la clausura del VII Congreso Unijes sobre abogacía y sociedad global

30 junio, 2011

Las altas instituciones de la justicia asistieron a la clausura del VII Congreso Unijes sobre abogacía y sociedad globalLas facultades de Derecho de Deusto, Comillas ICADE y Ramon Llull (ESADE) organizan esta convención sobre temas jurídicos desde sus orígenes 

Las más altas instituciones del ámbito jurídico, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el Tribunal Supremo (TS), el Ministerio de Justicia y el Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), asistieron a la clausura del VII Congreso Unijes «Retos de la abogacía ante la sociedad global», que durante tres días se ha celebrado en la Universidad Pontificia Comillas. La sesión estuvo presidida por el Rector de Comillas, José Ramón Busto, SJ, y contó con la presencia de los Decanos de las facultades de Derecho de Deusto, Comillas ICADE y Ramon Llull (ESADE), que organizan esta convención sobre temas jurídicos desde sus orígenes.

En la conferencia plenaria de clausura «Fundamentos éticos de la abogacía», José Carlos Dívar Blanco, Presidente del CGPJ y del TS, aseguró que los abogados son piezas claves del Estado de Derecho, al afirmar que «sin abogados no hay libertad». Hizo un llamamiento a la ética en el ejercicio de una profesión que presta un servicio público y «una misión de carácter público». Habló del «abogado pacificador», un agente imprescindible para alcanzar la paz social; realizó una defensa de los colegios de abogados y desarrolló la idea del secreto profesional y sus implicaciones. Dívar señaló también que el indisoluble matrimonio entre el derecho y la abogacía tiene como resultado la defensa jurídica del ciudadano.

En su intervención, el Secretario de Estado de Justicia, Juan Carlos Campo Moreno, manifestó que «el nuevo modelo de acceso situará a los españoles entre los mejor formados y entre los que mejores servicios prestan a los ciudadanos y en defensa de la justicia». Para Campo, el éxito futuro de la ley de acceso a las profesiones de abogado y procurador de los tribunales, cuyo reglamento, consensuado entre todos los interlocutores afectados ha sido recientemente publicado, responderá a la elaboración conjunta de la norma que han realizado los ministerios de Justicia y de Educación, las universidades y los colegios profesionales.»A mediados del 2013 tendremos la primera generación de abogados procedente del nuevo plan formativo. Estamos seguros que con estos cambios nos colocaremos a la cabeza de Europa», añadió.

«Una reflexión tan importante sobre la abogacía como la que se ha hecho en este congreso merece nuestro ofrecimiento de seguir peleando por la profesión y la función social a la que sirve», dijo el Presidente del CGAE, Carlos Carnicer Díaz. Aunque a lo largo de los siglos la profesión ha vivido cambios constantes, en esencia sigue siendo la misma cosa, agregó Carnicer, para quien la ley de acceso marcará un antes y un después en nuestro país. «Es evidente -dijo- que ya hay un marco normativo que va a propiciar que se desarrolle de forma más clara la formación continua». El Presidente del CGAE se refirió también a la contribución de los abogados para alcanzar la necesaria paz social y al servicio que dan a la sociedad: «Cuando prestamos nuestros servicios, además de al cliente, servimos a algo más elevado, a la justicia de todos», concluyó.

A lo largo de seis conferencias plenarias y más de 20 mesas redondas, el congreso ha permitido que profesores de las tres universidades convocantes y de otras instituciones académicas, así como profesionales de la abogacía y la judicatura han tratado sobre temas tan amplios como la influencia de las nuevas tecnologías, los retos de la globalización, los desafíos de la especialización o las claves de la formación.
En una de las conferencias plenarias, Luis de Carlos Bertrán, Socio Director de Uría Menéndez, expresó alguna preocupación por el sistema de acceso al ejercicio de la abogacía, cuando disertó sobre el talento, porque «alterará significativamente las prácticas tradicionales». Aunque concedió que redundará positivamente en la formación de los profesionales, expuso sus cautelas porque se traduzca en un trasvase de los recién licenciados con más talento a otras áreas profesionales, especialmente en el caso de las dobles titulaciones.

De Carlos enumeró los retos constantes de los despachos colectivos: definir claramente el modelo de negocio; captar y retener el talento de los mejores profesionales; optimizar las  ventajas y nuevas técnicas; competir en precios maximizando la eficiencia y acertar con la estrategia profesional.
Emilio Cuatrecasas Figueras, Socio Presidente de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, dijo que lo bueno de los cambios que se están produciendo en el mundoes que supondrán un aumento exponencial de la demanda de servicios jurídicos, aunque también aumentará el número de competidores en el mercado. La globalización y desregulación de mercado, la innovación científica o el retroceso del Estado en la prestación de servicios requieren la existencia de un Estado de derecho fuerte que, a su vez, necesita abogados.

Los desafíos que se advierten para la abogacía se sitúan en tres órdenes, según Cuatrecasas: globalización económica, gestión del talento y avances tecnológicos. Sobre la globalización, afirmó que pese a la fuerza y los avances del gigante asiático, el legado cultural y el bagaje histórico de los europeos dificultarán que nos venza. Y concluyó su intervención con cuatro compromisos de la abogacía, «de hoy y de siempre». El primer compromiso del abogado es con la justicia; el segundo, con la deontología, «sin ética no existe la abogacía»; el tercero, con los clientes, que no son un medio sino un fin, y el cuarto, con la sociedad, lo que impone a los abogados la obligación de opinar para la mejora tanto del ordenamiento jurídico, como de la propia sociedad.

En la conferencia inaugural del congreso, Antonio Garrigues Walker, habló de las responsabilidades del estamento jurídico. En su opinión, una de sus obligaciones es empezar a definir los elementos jurídicos de la globalización porque «no se puede tolerar que los déficits jurídicos y democráticos sigan creciendo». «La idea de un orden mundial global desconectado de un orden jurídico global o de unas instituciones judiciales globales es algo que el estamento jurídico no se puede permitir», afirmó.
En la sesión inaugural intervino también el Decano del Colegio de Abogados de Madrid, Antonio  Hernández-Gil Álvarez-Cienfuegos, quien destacó el compromiso que tienen los abogados con la sociedad: «La asunción de la defensa de intereses comporta también deberes para con la sociedad, la vocación de servicio público es parte esencial de la abogacía». Aseguró también que en la sociedad en la que vivimos se están perdiendo de vista la seguridad axiológica y el valor de la justicia. «No hay que dar nunca por hecho el derecho de defensa y el resto de derechos del hombre, comprometidos en todas partes». 

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